Aunque la mayoría de multimillonarias estrellas juveniles llevan una vida sin mayores restricciones, existen lógicos impedimentos legales para que un chico de 16 años, como Justin Bieber, alquile un yate valorado en 300 mil dólares para pasear con su novia, en este caso la no menos famosa Selena Gomez.
“Justin no pudo comandar ese yate pues no es lo suficiente mayor. Un joven de 16 años no puede firmar un contrato por un yate valorado en 300 mil dólares. Tiene que haberlo ayudado un familiar inmediato o sus tutores”, declaró a E OnLine el agente de viajes David Horne.
Otra opción es que el mismo Justin haya firmado el contrato utilizando una segunda identidad, aunque ha trascendido que quien ayudó al intérprete de ‘Baby’ a sorprender a Selena con este detallazo fue su manager, quien ha preferido no responder nada al respecto.
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